lunes, 21 de septiembre de 2009

Los parches hunden el empleo

Tanto Catalunya como Lleida baten récords en desempleo. Durante el mes de agosto, en Catalunya se ha incrementado en 23.218 el número de parados, lo que supone un 4,86% más respecto el mes anterior, lo que deja a nuestra Comunidad con un total de 519.129 desempleados, i en Lleida ya son 22.661 las personas que no tienen trabajo, una cifra que en el computo interanual es la más negativa de Catalunya, con un aumento porcentual del 64,69%.
En España, ha crecido en un 2,40% respecto a julio, lo que hace que nos situemos en una cifra que ronda los 4 millones de desempleados. En estos momentos, y ante estos datos, a la vez que catastróficos, el ciudadano puede vislumbrar que de poco están sirviendo los 8.000 millones de euros que el Gobierno ha repartido a los ayuntamientos para que puedan realizar obras de nueva planificación y ejecución inmediata, con el objetivo de contratar a personas sin trabajo del lugar, y de esta manera, paliar el problema del paro. El derroche de Zapatero para maquillar la crisis y el problema del paro no ha durado ni tres meses. El parche del famoso Plan E sólo crea contrataciones temporales y los trabajadores contratados en las obras volverán lamentablemente e irremediablemente a las listas del paro a final de año.
El pomposo Plan E (Plan para el Estímulo de la Economía y el Empleo), con unos carteles publicitarios de 12 metros cuadrados, han supuesto un derroche de 60 millones de euros en –como ya criticó Mariano Rajoy- “propaganda barata para mayor lucimiento de Zapatero”. Un coste que, puede superar los 2.500 euros por unidad si se incluyen los gastos de transporte y montaje y que en algunos municipios, como, por ejemplo, es el caso de Sanauja, en la comarca de la Segarra, el precio de dicho cartel supera con creces al de la obra prevista, cuyo presupuesto no llega a los 1.800 euros. Una auténtica barbaridad y un despropósito más del gobierno socialista.
¿Cómo se puede malgastar de esta manera en un contexto marcado por la crisis económica y los extraordinarios aumentos del desempleo, por una parte, y por la polémica sobre la financiación de los consistorios, por otra? Una vez promulgado el real decreto en el que se creaba este nuevo Fondo Estatal de Inversión Local, a finales de 2008, el Partido Popular exigió a la ministra Elena Salgado que revocara su decisión de obligar a instalar estos carteles, y se invirtiera este dinero en políticas sociales o en atender al millón largo de familias que tienen a todos sus miembros en el paro.
Este proyecto, tan bien vendido por los socialistas y que supuestamente tenía que reflotar el empleo, se ha quedado muy lejos de las expectativas que había generado en muchas familias que en estos momentos tienen graves problemas para llegar a fin de mes. Además, la Unión Europea ha sentenciado que la destrucción de empleo en España a lo largo de este último año ha cuadriplicado a la del resto de países. Los números no engañan: mientras que la media de tasa de paro en Europa es del 9%, en nuestro país se sitúa en el 18,5%. España necesita un nuevo impulso, ideas claras y sobre todo dar seguridad y confianza a los siete de cada diez españoles que creen que el empleo está hoy peor que hace seis meses. Frente a esta situación actual y las mentiras electorales socialistas de “pleno empleo”, el PP propone políticas de contención presupuestaria y austeridad en el gasto público, en lugar de gastar hasta la saciedad, un mayor apoyo a las pymes, a los autónomos y a los comerciantes, y bajar los impuestos a todas las familias.
Comienza un curso político complicado, con una crisis económica que el Gobierno no sabe gestionar y con una falta de confianza y credibilidad que se ha ganado a pulso. En Catalunya, el panorama es aún peor y es precisamente en estos momentos difíciles cuando se mide la talla de un gobernante, que ha de primar los intereses de los ciudadanos por encima de los partidistas. Pero desgraciadamente en Catalunya esto no sucede. Y frente a esta crítica situación y a la lacra del paro que diariamente se ceba en más familias, tan solo encontramos a unos partidos nacionalistas cada vez más radicalizados y a un gobierno abstraído y mirándose el ombligo las 24 horas del día. Lamentable.
Dolors López
Presidenta del PP de Lleida

viernes, 11 de septiembre de 2009

Una Catalunya integradora i de futur

La Diada de l’Onze de Setembre ha de ser la festa de tots els catalans. Des del Partit Popular de Catalunya vivim la Diada des de la perspectiva del segle XXI. Volem una Catalunya amb empenta, moderna, que tingui capacitat de lideratge econòmic, social i cultural a Espanya i al nostre entorn europeu. Volem mirar al futur amb projectes, idees i la voluntat de treballar per solucionar els problemes reals dels catalans, sense falsos debats que no interessen a ningú.

El PPC celebra i participa en la festa, volent que aquesta reflecteixi la pluralitat de Catalunya i que tots els catalans i catalanes puguem sentir la festa com a pròpia.

Malauradament, però, any rere any, des de visions nacionalistes i independentistes es vol reduir la Diada, la festa de tots, a una manifestació del seu ideari ideològic i polític, allunyant a molts ciutadans d’aquesta celebració. Enguany, un cop més, aquest pas consisteix en la decisió d’alguns Alcaldes de vincular la Diada a una bandera independentista amb la que només s’identifiquen uns quants i no la immensa majoria de catalans. Demanem respecte per la senyera i per la llei de banderes que les institucions tenen el deure de complir.

Per tot això, des del PPC reivindiquem que la Diada és la nostra festa, la de tots els ciutadans i ciutadanes de Catalunya, i que no estem disposats que aquest patrimoni comú vulgui ser administrat només per uns, pels que volen una Catalunya independent, separada d’Espanya. I volem que totes les catalanes i catalans puguin participar cívicament d’una festa de tots i per a tots. La nostra festa i les nostres tradicions no poden ser objecte d’utilització partidista.

L’Onze de Setembre ha de ser un acte de fe en el futur i no un debat sobre arguments estèrils com referèndums independentistes o manifestacions en contra de possibles decisions judicials sobre l’Estatut, que l’únic que pretenen és distreure l’atenció dels ciutadans i buscar la confrontació.

Alguns partits fan les seves proves pilot donant suport a consultes independentistes com les d’Arenys de Munt o Seròs, i busquen generar moviments al voltant del sobiranisme que no interessen als catalans.

L’Onze de Setembre és una festa de tots els catalans i les administracions tenen la obligació de vetllar perquè es promogui el que ens uneix i no el que ens separa. Tenim símbols comuns i es greu i irresponsable que s’impulsin iniciatives nomes dirigides a crear confrontació i divisió.

Des del PPC no volem una Catalunya perplexa i confosa. Defugim del victimisme permanent. Volem una Catalunya amb autoestima i il·lusió. Volem una Catalunya integradora i constructiva. Volem una Catalunya del segle XXI, amb vocació de futur. Per això, fem una crida a tots els ciutadans per celebrar la nostra festa amb joia, compartint tot allò que ens uneix. Que tingueu una bona Diada.

Dolors López
Presidenta del PP de Lleida